Respetando mi identidad lingüística
Una de las formas de discriminación más comunes y extendidas, en el Perú y en casi cualquier parte de la tierra, es la discriminación lingüística. Incluso quienes consciente mente se oponen a todas las formas de discriminación, suelen ejercer ésta, muchas veces sin notar que lo hacen, pero otras muchas veces con la intención clara de quien quiere colocarse en un plano superior al de los demás. El asunto es especialmente , porque convierte al lenguaje en terreno e instrumento de la discriminación incluso en el caso de individuos que, en otras circunstancias, usan ese mismo lenguaje para combatir otras formas de segregación o al menos para expresar su rechazo hacia ellas o, por último, simplemente para describirse como enemigos de la discriminación en general. El lenguaje puede servir de signo para orgullos nacionalistas: piensen en esas sociedades de América Latina que reclaman para sí el reconocimiento de hablar el “español más castizo”, el “más puro” o simplemente el “más